ICONO –
26/06/2024
La devoción a
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro nació en la isla de Creta. Esto explica la
influencia bizantina que se nota en la imagen. Fue difundida en la Iglesia por
los padres redentoristas. Es una invocación muy bella puesto que expresa la
invariable misericordia de la Virgen para con nosotros. Perpetuo Socorro
significa una asistencia, un acto de misericordia, un acto de piedad
ininterrumpida hacia nosotros que nunca cesa. La palabra nunca significa que
esta asistencia no cesará en ningún lugar, en ningún momento o por ninguna
razón. Es decir, incluso si una persona se encuentra en la peor situación
posible, Ella siempre ayudará si uno le reza.
La mentalidad
oriental coloca a los personajes muy importantes fuera del tiempo, inmersos en
esplendor, es decir, con un fondo de oro.
El Niño Jesús
está sentado en el brazo izquierdo de la Virgen. Él descansa cómodamente en sus
brazos, como un niño que está muy acostumbrado a estar cerca de su madre y que
le gusta estar allí. Él está, sin embargo, distraído con otra cosa a donde
dirige su mirada. Es considerada como una excelente obra de piedad con algunos
puntos artísticos muy buenos y algunos defectos.
El simbolismo
más conmovedor es el gesto del niño que sostiene la mano de la Virgen. Su mano
derecha está detrás de su pulgar y su mano izquierda dentro de la mano de una
manera que permite controlar la mano de la Virgen sobre las manos del Divino
Infante. Simbólicamente, quien sostiene las manos de otro lo sostiene
enteramente. Por lo tanto, esta forma de presentación de las manos del Infante
expresa que todo lo que ella le pide, Él lo acepta, lo que expresa el poder de
su oración.
Los rasgos de
la Virgen son muy expresivos. La imagen muestra una actitud muy maternal. Ella
es una madre que sostiene a su Hijo con una extraordinaria intimidad y un
notable cariño. Esto demuestra la familiaridad de la Virgen con el Dios Hombre.
Al mismo tiempo, ella tiene una mirada de profundo recogimiento que transmite
el respeto y la veneración que Ella siente por Él. Ella le está rezando
mientras le sostiene. Está segura de que sostiene en sus brazos al propio Dios
encarnado.
Los dos ángeles
representan la Pasión que el Niño habrá de sufrir. Ellos le están profetizando
su Pasión. Es decir, se nos invita a ver en Él al Redentor de la humanidad, el
que era esperado por los Profetas para salvar a la humanidad.
La estrella en
el velo de la Virgen indica que es la estrella del mar, la guía en esta vida
para llevar a todos los que quieren llegar al puerto de los Cielos.