WOJTYLA


WOJTYLA – 22/06/2024

La idea de que todos los hombres se salvan es completamente contraria a las palabras del Evangelio y a la doctrina católica.

Sin embargo, el hereje Wojtyla, alias “Juanpablo segundo”, sostuvo y enseñó que, en la Encarnación, el Hijo de Dios se unió con cada hombre en una unión inquebrantable, lo que hace imposible, según él, que vaya al infierno. Wojtyla enseñó explícitamente que esta unión entre Cristo y cada hombre dura eternamente.

En su primera “encíclica” Redemptor hominis, escrita por él en 1979, en el punto 13 dice: “Se trata de cada hombre, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido Cristo, para siempre, por medio de este ministerio”.

En la “encíclica” Redemptoris misio, publicada en 1990, en el punto 4 dice: “En el hecho de la Redención está la salvación de todos, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno Cristo se ha unido, para siempre, por medio de este misterio”.

En la “encíclica” Centesimus annus, promulgada en 1991, en su punto 53 dice: “No se trata del hombre abstracto, sino del hombre real, concreto e histórico, se trata de cada hombre porque a cada uno llega el misterio de la Redención, y con cada uno se ha unido Cristo para siempre a través de este misterio”.

Nótese las palabras “para siempre” en las tres citas. En tres “encíclicas” el eslavo bellaco afirma sin rodeos que cada hombre se une con Cristo para siempre. Esto significa que todos los hombres se salvan. El infierno es la separación eterna de Dios, pero nadie se separa nunca de Dios, según él. Todos están unidos con Dios para siempre. Esto es la salvación universal.

Hay muchas otras citas que se podrían presentar para demostrar que el antipapa Wojtyla enseñó que todos los hombres se salvan. Por ejemplo, en la homilía del 6 de junio de 1985 explicó como la sangre redentora de Cristo no está sólo disponible para todos, lo que es cierto, sino que en realidad llega a todos y salva a todos. Afirma: “La eucaristía es el sacramento de la alianza del cuerpo y sangre de Cristo, de la alianza que es eterna. Esta es la alianza que incluye a todos y a todos salva”.

Cuando murió, a su propio portavoz durante 22 años, Joaquín Navarro Valls, le preguntaron en una televisión italiana qué es lo que más destacaría de él y respondió que su optimismo, ya que estaba convencido de que “el final de la vida del hombre siempre es un final feliz”.

Así es que con esa teoría de la salvación universal no extraña lo que el documental de la BBC londinense difundió en 2016 sobre la correspondencia íntima entre Karol Wojtyla y la polaca Anna Tymieniecka. Ambos fueron “más que amigos”. Por lo visto mientras que ella se enamoró del “cardenal” y le demostraba sus “íntimos sentimientos” él le correspondía con frases como “te siento en todas partes” y “te pertenezco”. Así es que su lema del totus tuus, todo tuyo, ya sabemos a quién se refería. Los dos se vieron muchas veces, iban a esquiar, de “camping”, daban largos paseos y por la noche iban juntos a nadar. En las fotos aparecen solos en la nieve junto a un automóvil, en la que reproducimos el “cardenal” con ropa interior frente a ella junto a la tienda de campaña en medio del bosque y en otra él ya disfrazado de Papa besándola en una sala del Vaticano.