LORETO


 

LORETO – 10/12/2024

El 10 de mayo de 1291, cuando se acercaba el fin de la presencia de los cruzados en Tierra Santa, ocurrió un hecho extraordinario en Nazaret. Esa madrugada la Santa Casa donde había vivido Nuestra Señora, guardada allí durante siglos, desapareció de la Basílica de la Anunciación. En ella la Santísima Virgen había recibido el anuncio del arcángel Gabriel y había dado su consentimiento con el Fiat. Entonces el Verbo se hizo carne, iniciando así la Redención de la humanidad.

Quien fue allí después de esa fecha ya no encontró las tres murallas que formaban la casa, presentes hasta el día anterior. Solo había tres muros, porque el cuarto del fondo era una roca, tipo de construcción común en Palestina. Los muros reaparecieron la mañana del mismo día en el bosque de Tersatto, hoy municipio de la ciudad croata de Rijeka.

Desde entonces, durante 3 años, la famosa reliquia se convirtió en un destino de peregrinaciones y devoción. Pero en la madrugada del 10 de diciembre de 1294, la casa desapareció milagrosamente de Tersatto, tal como había llegado. La historia cuenta que antes de aterrizar en su ubicación actual, su presencia se confirmó en tres lugares diferentes y finalmente en diciembre de 1296 apareció en Loreto, donde está hoy como se puede ver en la foto.

Según la tradición, inmortalizada en innumerables pinturas y esculturas, todas las traslaciones mencionadas ocurrieron milagrosamente por la acción de los ángeles, razón por la cual la Virgen de Loreto, cuya festividad se celebra hoy, es patrona de las Fuerza Aérea Española y de los aviadores.

El arquitecto Federico Mannucci, en un documento de 1923, afirmó que es absurdo pensar que la casa pudo haber sido transportada por medios mecánicos. Lo extraordinario es que el edificio se mantiene inalterado, sin el apoyo necesario ni el menor daño en las paredes, ya que no tiene cimentación, al estar situado en un terreno inconsistente y sobrecargado con el peso de la bóveda construida en lugar del tejado. Otro arquitecto, Giuseppe Sacconi, afirmó que la casa está apoyada al final de un antiguo camino y parcialmente suspendida sobre una zanja adyacente, por lo que no puede haber sido construida ni reconstruida tal como está en ese lugar.

También hay que tener en cuenta la técnica de construcción pues el mortero con el que se pegan las piedras de los muros proviene de la Palestina del siglo I. Por tanto, esta evidencia es incompatible con una posible reconstrucción tras un hipotético transporte en barco. Otra prueba de la traslación milagrosa es que después de los diversos cambios la geometría de la casa encaja perfectamente con las dimensiones de los cimientos que quedan de su construcción original en Nazaret.