PATRIARCAL –
11/11/2024
Una sociedad,
al igual que la familia, es un tejido de almas con interacciones mutuas del
todo sobre cada una de las partes y de cada una sobre el todo. La gobernanta
tenía un gran papel en la formación de los hijos. Cada hombre trae dentro de sí
varias herencias. Somos la resultante biológica de un sinnúmero de corrientes
de vida que vinieron a tener en nosotros su punto de encuentro. Así como en una
laguna existen aguas de diversos ríos que en ella desembocan, así existen en
nosotros esas herencias. Somos recipientes en los que se funden varias
corrientes del pasado. Los historiadores concuerdan al afirmar la existencia de
obras que necesitan ser llevadas a cabo por varias generaciones: la fundación
de ciertos países, el desarrollo de cierta política, la creación de ciertas
fuentes de prosperidad. La institución de derecho natural que asegura la
realización de la obra histórica a través de las generaciones es la familia.
La naturaleza
del hombre le lleva a establecer nexos más directos con ciertas cosas y
relaciones más próximas con ciertas personas. Ser propietario, tener familia,
son situaciones que le dan una justa sensación de plenitud, de personalidad.
Vivir como átomo aislado, sin familia ni bienes, entre una multitud de personas
extrañas, le da una sensación de vacío, de anonimato y aislamiento, que es para
él profundamente antinatural.
¿Habrá algo más
santo y augustamente social que velar por la familia? Pues, ¿no es ésta la base
de la sociedad? Tanto que se habla de reformas de base. ¿Quién entre los
radicales del reformismo habla seriamente de reformar, de restaurar la base,
esto es, la familia? ¿Qué espíritu social es éste, que no tiene ojos para ver
la crisis de la familia y la insuficiencia de las medidas destinadas a reformar
una sociedad en que la base está minada? ¿Pero qué es la familia en toda la
expresión del término? Familia es equivalente a familia en su normalidad y por
lo tanto familia patriarcal.
Por patriarcal
debe entenderse no la pequeña familia nuclear, padre, madre e hijos, sino una
familia numerosa, con muchos hijos. Y además de eso, relacionada con un número
muy grande de parientes de varios grados, de varios lados, que frecuentan la
casa y la ponen en movimiento, lo cual produce un enriquecimiento de
personalidades.
Con la familia
patriarcal se constituye un todo con tres distancias. La primera distancia es
mi casa, enteramente afín conmigo. Otra, son las casas de mi familia más
apartada, algo parecida y algo diferente. Una tercera distancia es la calle,
punto de encuentro fortuito y casual de todas las semejanzas y de todas las
diferencias. Si estoy apoyado por estas tres distancias, si puedo expandirme en
estas tres dimensiones, cuando llego a la calle tengo detrás de mí y a mi lado
toda mi parentela que se presenta en los lugares públicos, en los lugares de
diversión, pensando como yo, sintiendo como yo, imponiéndose. Enfrento la
popularidad o la impopularidad, porque tengo un respaldo en que apoyarme, tengo
elementos para expandir mi personalidad.