MINÚSCULA –
12/11/2024
Cuán diferente
de la familia patriarcal es la situación de la familia minúscula, padre, madre
e hijos, viviendo una vida dentro del hogar que, por ser constituido por pocas
personas, tiene poca variedad y que, por eso, se vuelve monótona. Siendo así,
se tiende a huir y se huye, yendo hacia la calle o trayendo la calle dentro de
la casa, bajo el aspecto de un televisor en cada habitación, para
intentar olvidar que se está dentro de casa y tener la sensación de que se está
en la calle. Pero en la calle la persona se siente aislada. El niño llega al
colegio aislado. El joven o la joven entran en la sociedad aislados. No tienen
apoyo en nadie. Tienen un modo de ser, fabricado por la propaganda ab
extrínseco y que es impuesto. Si no quieren adherir, se monta contra ellos
la persecución del ridículo y del ostracismo. Resultado: inseguridad interior,
titubeo, duda, aislamiento, capitulación. Al cabo de diez o veinte años de ese
fenómeno, si la persona no tiene una personalidad más o menos definida, esta
habrá sido destruida. No sabe ser amigo quien no sabe ser primo. Y no sabe ser
primo quien no sabe ser hermano.
La expresión
familia nuclear es muy acertada, porque no es la familia célula, sino que es
una célula reducida a su núcleo, con todo lo que hay de irregular en que el
núcleo viva sin su protoplasma. Es un exilio para el núcleo, si no es
directamente la muerte, el hecho de estar privado del protoplasma.
La imaginación
de las personas actualmente sólo alcanza la familia nuclear. No se sabe ya lo
que fue la familia tipo árbol frondoso.
Los psicólogos,
en la comparación entre la familia nuclear y la familia patriarcal, llaman la
atención sobre la importancia y la necesidad del grupo de parientes, primos,
tíos, etc. como factor de armonía en las relaciones de los hijos con los
padres. En la familia nuclear hay una confrontación directa entre los hijos y
los padres, en aquel espacio delimitado que es el hogar, mientras que, en la
familia patriarcal, la confrontación se diluye entre los parientes y el hijo
puede recurrir a un tío, a un primo, a una tía, etc.
Es normal que
el marido y la mujer tengan dificultades muy grandes en el trato mutuo. El modo
de amortiguar estas dificultades es que estén envueltos por un ambiente de
familia muy homogéneo, dentro del cual encuentren varios puntos comunes,
engendrando afinidades que reducen la fricción proveniente de la diferencia de
temperamentos y de caracteres individuales.