CRUZADOS –
09/09/2024
El franciscano
Alexis Bugnolo es un gran medievalista experto en las Cruzadas e inspirador de
una nueva orden militar de cruzados llamada Ordo Militaris Catholicus
para la defensa y seguridad internacional de católicos que sufren persecución a
causa de su fe, cuya defensa y liberación requiere intervención militar,
acciones de seguridad en el marco de las leyes nacionales e internacionales en
los lugares donde se solicite y se permita su ingreso.
A fin de
cumplir con los objetivos de esa asociación religiosa, han constituido en los
Estados Unidos una Sociedad Anónima en Wyoming para llevar a cabo las
iniciativas de defensa y seguridad que la Asociación decida emprender. Planean
adquirir de un campo de entrenamiento en un monasterio abandonado.
Se inscribe en
la tradición de los valientes católicos de la Edad Media, quienes dejaban
familia, hogar y nación para ir al extranjero al rescate de cristianos
perseguidos por su fe, dando su vida si fuese necesario. Aquellos católicos
tenían claro el derecho y el deber de armarse en defensa del reino de Cristo,
de la Iglesia y de la fe. Los cruzados, a diferencia de la mayoría de los
católicos actuales, no habían sido desarmados intelectual, psicológica, moral y
espiritualmente por la antiglesia, como sucedió en los tiempos modernos bajo el
liberalismo con su perversa doctrina de la tolerancia, hasta nuestros días. Sin
el derecho a defendernos con las armas no somos verdaderamente libres. Esa es
la prisión mental e ideológica en que las fuerzas secretas han metido a los
cristianos, haciéndonos perder el sentido común. De esos esquemas, de esa
prisión ideológica revolucionaria, de esa cerrazón mental, debemos liberarnos.
De manera que han emprendido esta iniciativa de defensa y seguridad muy
concreta, a fin de armar voluntarios que se integren en milicias para socorrer
a católicos y cristianos en situación de grave riesgo, como en Irak, donde han
sido masacrados por los islamistas.
Este esfuerzo
es de carácter transnacional en el marco de las leyes y convenciones
internacionales y se lleva a cabo en aquellos lugares donde se lo solicitan. No
tiene carácter político partidista sino una clara impronta moral y
espiritualidad católicas, un método de colaboración e intervención privado
distinto de los programas y políticas de los estados nacionales soberanos. En
una palabra, aspiran aportar soluciones específicas en materia de defensa y
seguridad con la más elevada rectitud moral, conscientes de que en nuestra
época se tiende a ver en la religión un problema de seguridad más que una
solución.
Aspiran a la
formación de capítulos de la Orden en otros países. Disponen de una Regla que
les organiza y dirige. Un Gran Maestre, un Consejo de doce miembros y
comandantes de Campo que se integran conforme las circunstancias de cada
operación. Hay tres grados dentro de la Orden y un proceso de preparación que
culmina en una promesa temporal de servicio.
Convocan esta nueva Cruzada al grito de: Deus vult!, ¡Dios lo quiere!
ordo-militaris.us