GEMA

 

GEMA – 11/04/2025

El retrato que vemos es el de Santa Gema Galgani que se hizo insigne por las excelsas visiones y revelaciones que tuvo en la italiana ciudad de Lucca. Su proceso de canonización revela una cosa muy curiosa: la persecución que ella sufrió por parte del clero a causa precisamente de esas visiones.

Con el sacrificio de la Cruz, Nuestro Señor Jesucristo redimió, por sí sólo, a toda la humanidad. Sin embargo, como dice San Pablo, es necesario que completemos en nosotros, lo que faltó a la Pasión de Cristo, esto es, que recemos, suframos y luchemos para realizar lo que es indispensable para nuestra propia salvación.

En todas las épocas, el Salvador escoge almas que se ofrecen como víctimas a la Justicia Divina afrentada por los pecados de los hombres. Santa Gema tuvo la gracia de ser una de esas almas víctimas. ¡Ah, misión grandiosa! Ella tuvo el privilegio de recibir en su cuerpo los estigmas de la Pasión: las Santas Llagas de Nuestro Señor. “Si de verdad quieres amar a Jesús, en primer lugar, aprende a sufrir, porque el sufrimiento te enseña a amar”, afirmaba.

Por misterioso designio de Dios, también fue perseguida y atormentada por el demonio, que le hacía sufrir mucho, pero con la ayuda de la Virgen María, de quien era gran devota, salía siempre victoriosa en esas terribles batallas. Veía frecuentemente a su ángel de la guarda que le daba consejos y le ayudaba.

Murió santamente, a los 25 años, tal día como hoy de 1903 y es patrona de la industria farmacéutica.

Su fisonomía impresiona por la armonía de los rasgos, mientras la fisonomía de San Ignacio impresionaba por la profundidad de la reflexión, el de ella más por su mirada que tiene algo dirigido a lo alto, muy hacia arriba. Sus pensamientos no son de esta Tierra. En su fisonomía hay algo de extraterreno. Eso se nota en la altivez y pureza angelical, en el modo en que la cabeza está impostada sobre el cuello: recta y sin ninguna pretensión. No lleva ningún tipo de adorno. Su pelo está simplemente arreglado. Está muy limpia, pero no se nota nada que muestre el deseo de adornarse. Su vestido es oscuro y simple. Sin embargo, revela una dignidad extraordinaria, a la vez que una pureza virginal que se nota en algo de impalpablemente resplandeciente en el cutis. Se diría que su piel tiene algo de luminoso como también su mirada, la cual es de una rectitud completa. No es como la mirada de San Ignacio, que era más la de un pensador, la de ella es de una mística que ve, de una mística embebida de aquello que ve, en cuya mirada se puede sospechar lo que ve. Cabe resaltar la virtud de la fortaleza. Cuando la fe le ordena hacer algo, su voluntad es inquebrantable. ¡Quiere servir a Dios, a la Señora de todos los Pueblos, a la Iglesia católica, y ella sigue ese rumbo, cualesquiera que sean los obstáculos! Es la representación física de la mujer fuerte descrita en la Sagrada Escritura, de valor incalculable. Merece la pena ir hasta los confines del universo para encontrarla, como una piedra preciosa.

 

HERMENEGILDO


 

HERMENEGILDO – 10/04/2025

San Hermenegildo era hijo del rey visigodo Leovigildo y heredero, que una vez instruido en la verdadera fe por San Leandro decidió convertirse, lo que le acarreó la persecución de su padre bajo la influencia arriana. Fue hecho prisionero y ejecutado el 13 de abril del año 585 por negarse a recibir la comunión de manos de un obispo herético.

Es un admirable ejemplo para los católicos de nuestra época que ante el eclipse de la Santa Iglesia son llevados por un misterioso debilitamiento de la fe a seguir los ritos, los pseudo sacramentos, “comuniones, bodas, bautizos” y demás orgías de la antiglesia bergogliana.

Después de la ruptura de la Sucesión Apostólica en el cónclave de 1958 se convocó el conciliábulo de 1962 para transformar la estructura eclesiástica en una antiglesia al servicio de la Revolución.

Así es que la abolición de la Santa Misa y la creación de un nuevo rito próximo a la cena protestante fue uno de los primeros objetivos. El trabajo corrió a cargo de una comisión de herejes modernistas y protestantes dirigida por el masón Bugnini.  El cambio fue gradual y premeditadamente ambiguo para seguir pareciendo católica.

No se trataba apenas de una cuestión de formas sino de fondo por lo que los cardenales Ottaviani y Bacci advirtieron de un impresionante distanciamiento de la teología católica y el secretario para la Congregación de los ritos, Antonelli, la calificó de caótica y aberrante. Desaparece el sentido sacrificial y propiciatorio, se alteran las oraciones del ofertorio y del canon, queda en duda la presencia real de Nuestro Señor en la sagrada eucaristía, se tiende a la concelebración con el pueblo, a la desacralización. Como decía Lenin, guardad la cáscara, pero vaciarla de contenido.

El profeta Daniel anunció la supresión del sacrificio perenne en el tiempo de la abominación en el lugar santo.

La conclusión inequívoca es que resulta tan ilícito asistir a esa “misa” modernista como a San Hermenegildo recibir la comunión de manos de un obispo arriano.

La misma disyuntiva se produjo en diversas ocasiones a lo largo de la historia, por ejemplo, en los países bajo dominación protestante como Inglaterra y cuyos católicos decadentes optaron masivamente por la iglesia anglicana, o con el clero juramentado de la Revolución Francesa. No era lícito a los ingleses pasarse a la iglesia anglicana como demostró Santo Tomás Moro prefiriendo antes sufrir la pena capital que apostatar, ni a los franceses aceptar como válido al clero juramentado revolucionario, ni tampoco lo es ahora asistir a los ritos de la actual secta bergogliana.

 

SEGURA


SEGURA – 09/04/2025

El cardenal español Pedro Segura y Sáenz nació en la provincia de Burgos en 1880. Se ordenó sacerdote en 1906 y en 1920 fue nombrado obispo de Coria donde tuvo ocasión de conocer al rey Alfonso XIII cuando le acompañó durante la visita que el monarca realizó a Las Hurdes. Su carácter enérgico impresionó al rey, consiguiendo la creación de un patronato para fomentar el desarrollo de la comarca. Elevado a la púrpura cardenalicia en 1927, la birreta le fue impuesta en una ceremonia ante toda la corte celebrada en el Palacio Real.

En 1931, pocos días después de la proclamación de la República, publicó una contundente pastoral contra el régimen recién establecido, en la que decía que “cuando los enemigos del reinado de Jesucristo avanzan resueltamente, ningún católico puede permanecer inactivo”.

Afirmaba que la causa carlista es la causa de Dios. Se mostró públicamente como el “cardenal de los carlistas”, apoyándolos desde su exilio en Roma, pues sustentaba que España debía rechazar completamente el liberalismo, y que solo el carlismo mantenía los inmutables principios tradicionalistas.

En 1937 fue nombrado cardenal arzobispo de Sevilla donde se caracterizó por su celo en la persecución de las costumbres inmorales hasta su muerte el 8 de abril de 1957.

Al comienzo de los años 50 desengaño al líder católico brasileño Correa de Oliveira de encontrar apoyo eclesiástico en Europa para la Contrarrevolución. 

Observando varias fotos suyas, lo vemos con la bella vestimenta, muy digna, que los eclesiásticos usaban en las celebraciones religiosas. Merece una atención especial su fisonomía para ver su evolución. En la primera, hombre joven, correcto, preservado, pero titubeante ante la vida. Se percibe su rectitud, pero no se imagina que se volvería el futuro león luchador que después fue. En el contacto con los adversarios de la Iglesia, su rectitud de conciencia se fue transformando en heroísmo.

Aquí está saliendo preso del Palacio Episcopal en la que se nota su tranquilidad y su total firmeza. Serio, sin hablar con nadie ni comentar nada. Está preso y el prisionero no se debe comunicar con el carcelero.

En esta otra su fisonomía ya no es indecisa. Es la de un hombre que está sintiendo algo los efectos de los años y de la vida. Su actitud es de quien escruta el horizonte, ve aproximarse un enemigo lejano, pero que es terrible y como que se pregunta: ¿Entonces esa es la lucha a la que me tendré que enfrentar? Está dentro de la neblina del combate que va a tener.

En esta pintura, ya anciano, se nota el peso de la edad, y que el sufrimiento le alcanzó. La firmeza, no obstante, es mayor. Es quien trabó todas las batallas. Se tiene la impresión de un navío que singló tantos mares, que está cansado de navegar, aunque se mantiene animoso y dispuesto a proseguir el combate. Darían ganas de escribir abajo la frase de la Sagrada Escritura: Dolores mortis circumdederunt me, los dolores de la muerte me circundaron. La mirada es pensativa, sobrecargado de previsiones graves, de luchas y de batallas, pero como quien dice: ¡Mientras viva, lucharé!

Que estas consideraciones sirvan de estímulo para que, una vez restaurada la legítima representación de Nuestro Señor en el trono de San Pedro, sea canonizado. Sería un magnífico ejemplo para la Cristiandad y un acto de justicia, además de enseñar cuales son las virtudes propias de un cardenal.

 

CONVERSAR


CONVERSAR – 08/04/2025

En el arte de conversar los antiguos encontraban una importante razón de su vida con la convivencia de los espíritus y por eso lo cultivaban con mucho primor. Se diría que conversar bien es una de las artes más importantes de la vida humana. Ir por la vida sin hablar, es hacer como un viajero que viajase sin mirar el panorama.

La primera regla para aprender a conversar, es comprender que la cosa más interesante de una conversación, no es el tema que uno está tratando, sino la persona con que se está conversando. Nuestro interlocutor no desea tanto oírnos tratar de uno u otro tema, sino que quiere ver si nosotros somos interesantes. Conversando así, hacemos agradable nuestra convivencia y atractivo el ambiente donde estamos.

La concepción de la vida que existía antiguamente era que se debía trabajar durante el día, para por la noche estar sosegado, conversar y tratar de asuntos variados. El arte de la conversación fue llevado a su apogeo en la Francia del siglo XVIII. Nunca se conversó tanto, ni se conversó tan bien.

Hoy en día, simplemente no se sabe qué conversar. O la conversación es una serie de cosas sórdidas e inmorales o un conjunto de pequeños casos sin importancia. No es raro que dos o tres estén juntos y en silencio. No se tiene que decir y entonces se enmudece.

Una conversación sin dichos agudos, es como una comida sin sal. Puede estar bien hecha y con buena materia prima, pero no tiene gracia. El buen interlocutor debe tener el don de la comunicación, que supone un cierto interés por el otro. No apenas para saber lo que piensa, sino también entender cómo piensa, cómo es su persona y su mentalidad.

Se encuentra interés cuando el otro es de una manera determinada y se tiene cierta afinidad con su forma de ser. Cuando esto se da mutuamente, la conversación sale espontánea, natural, y puede durar horas.

En una alternancia agradable entre el silencio y el intercambio de ideas, de impresiones, de recuerdos, se pasea a través de diversos asuntos, como se puede pasear por un jardín donde se encuentran flores variadas, animales curiosos, pájaros multicolores.

Cuando percibimos que los interlocutores aprecian el tema que estamos tratando, ocurre un fenómeno semejante a la resonancia de los cristales, que vibran en la misma frecuencia del cristal que produjo un sonido.

Todavía quedan quienes aprecian este gran placer de otrora, hoy casi extinguido, o sea, una buena conversación.

 

MAESTRO

 

MAESTRO – 07/04/2025

Señor, cuando comenzó vuestra vida pública, fuisteis principalmente el Maestro que enseñaba a los hombres el camino del Cielo. Y así, cuando en el pusillus grex, el pequeño rebaño de vuestros preferidos, enseñabais la perfección evangélica, cuando vuestra voz se levantaba y resonaba sobre las multitudes extasiadas y reverentes, vuestras manos se movían apuntando la morada celestial o reprobando el crimen y agregando a la palabra todos los imponderables con que la enriquece el gesto. Los Apóstoles, las multitudes, creían en Vos y os adoraban.

Manos de Maestro, pero también manos de Pastor. No sólo enseñabais, sino guiabais. La función de guiar se ejerce más apropiadamente sobre la voluntad, como la de enseñar más precisamente sobre la inteligencia. Y como sobre todo es por amor que se guían las voluntades, vuestras divinas manos tuvieron virtudes misteriosas y sobrenaturales para acariciar a los pequeños, acoger a los penitentes, curar a los enfermos. Amor tan ardiente, tan abundante, tan comunicativo, que, desde entonces hasta hoy, siempre que las manos de un cristiano se mueven para acariciar a los pequeños, consolar a los penitentes, administrar remedio a los enfermos, el amor que las anima no es sino una centella de ese infinito amor.

Pero estas manos tan sobrenaturalmente fuertes que a su imperio se doblegaban todas las leyes de la naturaleza y, con un mínimo movimiento de ellas, el dolor, la muerte, la duda huían, estas manos tenían aún otra función que ejercer. ¿No hablasteis del lobo rapaz? ¿Seríais Pastor si no lo repelieseis? Y si hacéis todo con fuerza irresistible, ¿cómo podría alguien no sentir el golpe del latigazo que empuñaseis? El lobo, sí… y sobre todo el demonio. Vuestra vida hizo patente que el demonio no es un ente de ficción o casi tanto, un ser al que tan raras veces le es dado el poder de actuar, que prácticamente la inmensa mayoría de las cosas pasan como si él no existiese. Los hombres hipócritas o de costumbres disolutas, ostentando ropajes de justicia y hasta de sacerdocio, todo esto aparece en los Evangelios, no sólo como consecuencia de la depravación humana en virtud del pecado original y de nuestra maldad, sino también como obra del demonio, activo, diligente, emboscando allí y más allá, denunciando a veces su presencia con espectaculares manifestaciones de obsesión y de posesión. 

Vos expulsabais al demonio, Señor, con terrible imperio, y delante de vuestra palabra grave y dominadora como el trueno, más noble y más solemne que un cántico angélico, los espíritus impuros huían despavoridos y derrotados. Tan derrotados y tan despavoridos, que de ahí en adelante tuvieron que obedecer a vuestros apóstoles con docilidad. Por todas partes donde vuestra palabra, predicada, fue aceptada por los hombres, la impureza, la rebelión, el demonio huyeron siempre. Y sólo volvieron a extender sobre la humanidad sus alas de sombra y su poder de perdición, cuando el mundo comenzó a rechazar vuestra verdadera Iglesia, que es vuestro Cuerpo Místico. Tan derrotados y tan impotentes, que bastará que los hombres correspondan nuevamente a la gracia de Dios para que el imperio de las potencias infernales una vez más decaiga y las tinieblas, la lascivia, el espíritu de la Revolución vuelvan hacia los antros secretos de los cuales hace siglos salieron.

FERRER


 

FERRER – 05/04/2025

Hoy es la fiesta de San Vicente Ferrer que contribuyó a la extinción del gran cisma de Occidente en el siglo XIV.

Pocas cosas son tan bonitas en la hagiografía como situar la misión del santo en el panorama Revolución y Contrarrevolución. Según ese panorama, en el siglo XIV, la Cristiandad comenzaba a decaer. Era una decadencia eclesiástica tremenda que se atestiguaba por el hecho de haber al mismo tiempo Papas exiliados, que estaban bajo la férula de los reyes de Francia. Y un cisma tremendo: tres “papas” que se combatían recíprocamente, de los cuales, naturalmente, solo uno era verdadero. Pero estaba de tal manera la confusión en la Cristiandad, que con cada pseudo papa o Papa, había santos apoyándoles. Se puede comprender la putrefacción del clero que eso suponía y como consecuencia, la degeneración de los fieles. Era toda la Edad Media que entraba en descomposición, de carácter más moral que intelectual, era una explosión de orgullo y de sensualidad que comenzaba, la cual debía después generar los desvíos intelectuales que son los errores de la Revolución.

Entonces la Providencia manda, muy oportunamente, un santo que fue grande en su Orden como fue grande en su esfera Santo Tomás de Aquino. Porque si se puede decir que Santo Tomás de Aquino fue el filósofo de los filósofos, el teólogo de los teólogos, se puede decir que, como predicador popular, después de los Apóstoles, nadie superó probablemente a San Vicente Ferrer, ni siquiera, en el siglo XIX, San Antonio María Claret, que fue un predicador asombroso.

San Vicente Ferrer decía de sí mismo que era el “Ángel del Apocalipsis”, que había venido a anunciar el derrumbamiento de la Civilización Cristiana. Y de hecho luchó enormemente por la moralización de las costumbres, lucho para asustar esa decadencia moral.

Su ficha biográfica menciona las conversiones que obtuvo, más como hechos colaterales, no secundarios, pero de una importancia menor dentro del conjunto de su obra. El gran hecho era el poder de su predicación, por el cual sacudía las conciencias medio adormecidas y por donde él era, por excelencia, el santo opuesto a la tibieza. Ese tipo de santo que habla sobre el infierno, los pecados, que truena, que pide el castigo del Cielo, es precisamente llamado sobre todo para hablar a las almas tibias, porque de otra manera no se podrían convertir. Así comprendemos el número colosal de conversiones que realizó. A pesar de esas conversiones, por más numerosas que hayan sido, fueron insuficientes. De ellas no nació un movimiento, un impulso organizado para combatir la Revolución que surgía. Y el resultado es que convirtió muchas almas, pero no a la sociedad en cuanto tal. En otros términos, él no fue tan oído por los hombres de su tiempo como deberían haberlo hecho. San Vicente Ferrer fue el dique que la Providencia levantó, pero que la maldad de los hombres destruyó.

En la abertura de ese torrente que comienza a caer hacia el abismo, queda en pie su figura grandiosa, anunciando el comienzo de la Revolución, las catástrofes que provenían del hecho de no haber sido oído. Igual que un profeta del Antiguo Testamento anunciando las desgracias al pueblo de Dios, porque no había oído al enviado de Dios.

Así, queda su inmensa figura flotando sobre el firmamento de la Iglesia al final de un pórtico que es el fin de la Edad Media y que puede ser considerado el comienzo de la Revolución. Aquí está la explicación histórica de su estilo de predicar, de los dones con que fue favorecido y de la misión que recibió de Dios.

 

KATYN


 

KATYN – 04/04/2025

El bosque de Katyn es conocido por ser un lugar de ejecución en la Unión Soviética de los soldados y oficiales polacos que habían sido hechos prisioneros de guerra durante la invasión soviética de Polonia en 1939 y que fueron asesinados entre abril y mayo de 1940 por orden directa del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, eliminando así a la mayor parte de los oficiales del ejército polaco.

Polonia Oriental había sido incorporada a la República Socialista Soviética de Ucrania y sus habitantes desprovistos de su nacionalidad polaca. El 5 de marzo de 1940, el Kremlin suspendió a los cautivos la categoría de “prisioneros de guerra” y se les denominó con el estatus de “terroristas contrarrevolucionarios”, lo cual implicaba su inmediata ejecución.  

La policía soviética anunció a los prisioneros de los campos de concentración de Starobielsk, Ostaszków y Kozielsk que serían trasladados a nuevos centros penitenciarios mucho más cómodos y con mejores alojamientos en el interior de Polonia, pero pronto fueron subidos a trenes con vagones de ganado provistos de jaulas y conducidos hacia el interior de la Unión Soviética.

En la mañana del 4 de abril de 1940, un primer contingente de 390 cautivos polacos desembarcó a 16 kilómetros de Smolensk. Fueron llevados a un claro del bosque de Katyn con grandes fosas comunes excavadas en el suelo para después ponerlos en fila y asesinarlos de un tiro en la cabeza. Luego se les remató con afiladas bayonetas dentro de las fosas, antes de que una excavadora echase tierra encima y tapase la escena del crimen. Así se siguió asesinando hasta a 25.700 polacos.

Entre los militares ejecutados hubo 14 generales, 1 almirante, 24 coroneles, 79 tenientes coroneles, 258 comandantes, 654 capitanes, 17 capitanes de navío, 9.227 oficiales, 3.420 suboficiales, 600 pilotos y 85 soldados rasos. Respecto a los civiles también se mató a 1 príncipe, 3 terratenientes, 7 sacerdotes, un gran número de intelectuales entre los que hubo 800 médicos, 300 físicos, 100 ingenieros, 100 escritores, 100 abogados, 20 profesores de universidad, 12 catedráticos, 1 científico, 1 neurólogo y 1 cirujano.

Las ejecuciones fueron realizadas con pistolas como las usadas por la Gestapo y munición de fabricación alemana suministradas por Moscú con la idea de culpar al régimen nazi en el futuro. Las fosas se ocultaron mediante la plantación de árboles.

Terminada la Segunda Guerra Mundial con Polonia bajo la órbita soviética, las nuevas autoridades del Partido Comunista Polaco impusieron una férrea censura sobre de todo lo relacionado con la matanza.

Gorbachov para dar credibilidad a su maniobra de “perestroika” envió al general polaco Jaruzelski un documento en el que se demostraba la culpabilidad comunista de la matanza y el presidente Yeltsin en 1992 entregó el documento original firmado por el propio Stalin en el que se daba la orden de ejecutar a los 25.700 contrarrevolucionarios.

Los polacos ya saben lo que les espera si las tropas del Kremlin entran de nuevo en su país, por lo que ahora hay 40 millones de polacos dispuestos a empuñar las armas y defender su patria.

 

 

VIGÉE


VIGÉE – 03/04/2025

En el cuadro vemos el autorretrato de Élisabeth Vigée Lebrun que a los doce años ya era una extraordinaria pintora. A los quince, era una demandada retratista de la nobleza y a los 23 se convertía en la pintora favorita de la reina María Antonieta. Su vida fue siempre una aventura recorriendo el mundo y siendo aclamada en 16 academias internacionales, de Florencia, Roma, Bolonia, San Petersburgo y Berlín. En total, se le contabilizan unas 900 obras, 700 de ellas retratos.

La artista nacía en París el año 1755 en el seno de una familia humilde. Su padre, pintor, fue su primer maestro, pero falleció cuando tenía doce años debido a una sospechosa negligencia médica en una operación. En ese momento ya es una experta retratista y no para de pintar a su madre y hermano. Pronto su talento llamará la atención de la nobleza que vendrán divertidos a que les pinte la niña de dones extraordinarios. A los 16 años ya es el sustento principal de su familia. Su éxito es tal que las autoridades le cierran su recién estrenado estudio porque aseguran que no está afiliada a ninguna academia y así no puede ejercer como pintora. Era la mafia funcionando ya en la época.

La adolescente sabe lo que quiere, es alta, atractiva, con unos adictivos ojos azules y un encanto que le hacen ser una presencia grata en todos los salones. Ella lo sabe y potencia sus virtudes. Cada día tiene más encargos y el siguiente paso será que le llamen desde el palacio de Versalles. Sus ansias de vivir le servirán de motivación para no resignarse a una acomodada vida burguesa y aspirar a lo que era raro en una mujer pintora, la admiración y aplauso generalizados.

La reina María Antonieta quedó convencida de sus dotes desde el primer retrato que le hizo. A partir de entonces pintará a toda su familia y será la gran protegida de su amiga. En total, le pintó 35 retratos, algunos de ellos muchos años después de morir la reina.

Con el estallido de la revolución huye a Italia primero y a San Petersburgo después, donde seguirá pintando a la nobleza europea. “No quise saber nada de los periódicos, ya que dejé de leerlos desde el día que hui de Francia al inicio de la revolución. La última vez que abrí la hoja de un diario me encontré con los nombres de nueve conocidos a los que habían guillotinado y prometí que nunca más lo haría”, escribe en sus memorias.

Es una trabajadora incansable que si no tiene a nadie a quien pintar decide ponerse frente al espejo y crear una imagen de ella pintando. No sólo utiliza el óleo, también el carboncillo y la tinta. Su capacidad de pintar a la mujer y mostrar lo que ella ve es fascinante. Sólo en uno de cada seis retratos figuran hombres.

Su particular forma de elegir los colores hacen que sus cuadros tengan un sello propio. David e Ingres la admiran y la respetan tratándola como una igual. Algunos la comparan ya en sus primeros años con Antón van Dick.

Fue la mejor retratista del siglo XVIII.

larazon.es

WOJTYLA


 

WOJTYLA – 02/04/2025

La idea de que todos los hombres se salvan es completamente contraria a las palabras del Evangelio y a la doctrina católica.

Sin embargo, el hereje Wojtyla, alias “Juanpablo segundo”, sostuvo y enseñó que, en la Encarnación, el Hijo de Dios se unió con cada hombre en una unión inquebrantable, lo que hace imposible, según él, que vaya al infierno. Wojtyla enseñó explícitamente que esta unión entre Cristo y cada hombre dura eternamente.

En su primera “encíclica” Redemptor hominis, escrita por él en 1979, en el punto 13 dice: “Se trata de cada hombre, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido Cristo, para siempre, por medio de este ministerio”.

En la “encíclica” Redemptoris missio, publicada en 1990, en el punto 4 dice: “En el hecho de la Redención está la salvación de todos, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno Cristo se ha unido, para siempre, por medio de este misterio”.

En la “encíclica” Centesimus annus, promulgada en 1991, en su punto 53 dice: “No se trata del hombre abstracto, sino del hombre real, concreto e histórico, se trata de cada hombre porque a cada uno llega el misterio de la Redención, y con cada uno se ha unido Cristo para siempre a través de este misterio”.

Nótese las palabras “para siempre” en las tres citas. En tres “encíclicas” el eslavo bellaco afirma sin rodeos que cada hombre está unido con Cristo para siempre. Esto significa que todos los hombres se salvan. El infierno es la separación eterna de Dios, pero nadie se separa nunca de Dios, según él. Todos están unidos con Dios para siempre. Esto es la salvación universal.

Hay muchas otras citas que se podrían presentar para demostrar que el antipapa Wojtyla enseñó que todos los hombres se salvan. Por ejemplo, en la homilía del 6 de junio de 1985 explicó como la sangre redentora de Cristo no está sólo disponible para todos, lo que es cierto, sino que en realidad llega a todos y salva a todos. Afirma: “La eucaristía es el sacramento de la alianza del cuerpo y sangre de Cristo, de la alianza que es eterna. Esta es la alianza que incluye a todos y a todos salva”.

Cuando murió, a su propio portavoz durante 22 años, Joaquín Navarro Valls, le preguntaron en una televisión italiana qué es lo que más destacaría de él y respondió que su optimismo, ya que estaba convencido de que “el final de la vida del hombre siempre es un final feliz”.

Así es que con esa teoría de la salvación universal no extraña lo que el documental de la BBC londinense difundió en 2016 sobre la correspondencia íntima entre Karol Wojtyla y la polaca Anna Tymieniecka. Ambos fueron “más que amigos”. Por lo visto mientras que ella se enamoró del “cardenal” y le demostraba sus “íntimos sentimientos” él le correspondía con frases como “te siento en todas partes” y “te pertenezco”. Así es que su lema del totus tuus, todo tuyo, ya sabemos a quién se refería. Los dos se vieron muchas veces, iban a esquiar, de “camping”, daban largos paseos y por la noche iban juntos a nadar. En las fotos aparecen solos en la nieve con un automóvil, en la que reproducimos el “cardenal” con ropa interior frente a ella junto a la tienda de campaña en medio del bosque y en otra, él ya disfrazado de Papa, besándola en una sala del Vaticano.

 

  

APOSTASÍA

 

APOSTASÍA – 01/04/2025

El mensaje de Fátima se compone de tres partes.

La primera consiste en la visión del infierno donde van a parar las almas de los pecadores si no se convierten.

La segunda advierte de que Rusia esparcirá sus errores por el mundo, es decir, el comunismo.

Y la tercera profetiza la apostasía en la Iglesia, cuyo texto escrito por la vidente Sor Lucía vemos en la foto y lo traducimos a continuación.

“Tuy, 1/4/1944

Ahora voy a revelar el tercer fragmento del secreto: ¡Esta parte es la apostasía en la Iglesia!

Nuestra Señora nos mostró la visión de un individuo que yo describo como el `santo padre´ frente a una multitud que lo vitoreaba.

Pero había una diferencia con un verdadero Santo Padre, la mirada del demonio, éste tenía los ojos del mal.

Entonces, después de algunos momentos vimos al mismo `papa´ entrando en una iglesia, pero esta iglesia era la iglesia del infierno, no hay manera de describir la fealdad de ese lugar. Parecía como una fortaleza hecha de cemento gris con ángulos quebrados y ventanas similares a ojos, tenía un pico en el tejado del edificio.

Enseguida levantamos la vista hacia Nuestra Señora que nos dijo: Visteis la apostasía en la Iglesia, esta carta puede ser abierta por el Santo Padre, pero debe ser publicada después de Pío XII y antes de 1960.

En el reinado de Juan Pablo II (nótese que la Virgen utiliza la palabra reinado y no pontificado) la piedra angular de la tumba de Pedro debe ser removida y llevada a Fátima. Porque el dogma de la fe no ha sido conservado en Roma, su autoridad será removida y entregada a Fátima. La catedral de Roma debe ser destruida y una nueva construida en Fátima.

Si 69 semanas después de que esta orden se publique, Roma sigue su abominación, la ciudad será destruida. Nuestra Señora nos dijo que esto está escrito, en Daniel 9, 24-25 y Mateo 21, 42-44”.

En esos versículos Daniel habla de poner fin a la rebeldía, para sellar los pecados, para expiar la culpa, para instaurar justicia eterna, para sellar visión y profecía. Y Mateo habla de las palabras de Jesús: ¿No habéis leído nunca en las Escrituras que la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido? Fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos. Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.