POLONIA

 

POLONIA – 14/08/2025

En 1920 cuatro cuerpos del ejército de la Unión Soviética avanzaban contra la capital de la católica Polonia. En Moscú, Lenin exigía ferozmente la revolución mundial y para ello la aniquilación del obstáculo polaco, en el camino hacia la dominación comunista.

En Europa occidental, arruinada por la Primera Guerra Mundial, estallaron las revueltas marxistas y los grandes medios de manipulación anunciaron falsamente que los rusos ya eran dueños de Varsovia, los embajadores occidentales huyeron a excepción del nuncio, que sería el futuro Papa Pío XI, los observadores militares occidentales dieron por perdida la situación y la confluencia de las huestes rusas con las masas subversivas europeas parecía un hecho inevitable.

Benedicto XV hizo un llamamiento al mundo católico, pidiendo oraciones a Nuestra Señora de Czestochowa, patrona de Polonia, porque esa nación amenazaba con naufragar en su propia sangre, atacada por el ejército rojo. Mientras en Italia el diario socialista Avanti se burlaba del Papa diciendo sarcásticamente: ¡Tranquilos, el Romano Pontífice cree en la eficacia de la Virgen!

En Polonia el pueblo multiplicó sus oraciones al Santísimo Sacramento y a la Virgen. La desproporción de fuerzas era evidente y solo un milagro evitaría la catástrofe.

El mariscal polaco al mando dándose cuenta de que en la línea ofensiva enemiga se había abierto una brecha, emprendió una maniobra muy audaz retirando de Varsovia a las tropas de combate que la defendían y rellenando las trincheras con todos los que pudieran sostener un arma, aunque no supiesen usarla, mujeres, ancianos, heridos y adolescentes, muchos de los cuales murieron en el combate cuerpo a cuerpo contra soldados veteranos.

El día 15 de agosto, fiesta de la Asunción, con el contingente que había logrado en la capital, cruzó la brecha sigilosamente y atacó por sorpresa en una maniobra envolvente. La fecha emocionó a los polacos, que infligieron a los comunistas una derrota de la que nunca se recuperarían y se completó con sucesivas batallas posteriores. Se cuenta que algunos soldados soviéticos vieron a la Señora aparecer sobre las nubes.

Lenin lamentó la gran derrota, que redujo las expectativas de la revolución bolchevique a un solo país, Rusia. El sueño de la revolución mundial se hizo añicos, ya que consideraba que, para que la experiencia socialista tuviese éxito, debería ser universal. El embajador británico asombrado equiparó la derrota a la de los turcos bajo las murallas de Viena en 1683.

La victoria fue calificada como el milagro del Vístula por darse la batalla en ese río y las Fuerzas Armadas polacas adoptaron a la Virgen de la Asunción como patrona.

La imagen pintada según la tradición por el Evangelista San Lucas podemos diferenciar dos partes, la pintura propiamente dicha de los rostros y manos, y los tejidos bordados adornándolos. Las cicatrices en la cara fueron hechas por el odio a la fe de herejes en el siglo XV. Su rostro de una tonalidad oscura, protegido de la luz, aumenta la profunda impresión de recogimiento. Fisonomía de quien no está prestando atención a realidades externas, sino en una realidad interna, meditando mientras sostiene al Niño Dios en sus brazos. No está mirando nada, con una fisonomía absorta, ningún hecho externo influencia su temperamento. Está colocada en una posición más alta, en una posición de oración. El Niño Jesús apunta a Ella, como diciendo: Cualquier cosa que queráis de mí, pedírsela a mi Madre. Mirad el estado de dependencia voluntaria en que me coloqué. Fijaos como quise hacerme un niño en sus brazos para que Ella sea Corredentora, Medianera y Abogada.