CLARA

 

CLARA – 11/08/2025

Santa Clara nació en Asís en 1194 en el seno de la familia noble Alfreducci. Perdió a su padre muy pronto y cuando su familia quiso casarla ella declaró que se consagraría a Dios partiendo para el monasterio de San Damián donde San Francisco le impuso el hábito religioso. Una multitud de jóvenes, entre ellas su hermana e incluso su madre, ávidas del ideal franciscano, que no era otro que el ideal evangélico, le siguieron fundando así la Orden de las Clarisas.

En 1234 las tropas sarracenas al servicio del impío emperador Federico II que devastaban los Estados Pontificios, cercaron Asís llegando a las puertas del monasterio de las clarisas. Cuando todo hacía temer lo peor, la abadesa Clara, a pesar de encontrarse enferma, cogió la custodia del Santísimo Sacramento y avanzó en dirección a la soldadesca que comenzaba a entrar en el claustro. Eran gentes sanguinarias, terribles, que habían hecho conquistas obligando a retroceder ejércitos regulares de todo tipo. No eran gente impresionable, pero en ese momento las tropas de forma humanamente inexplicable fueron presas del pánico, huyendo precipitadamente. Poco después levantaron también el cerco de Asís.

Es el caso de considerar la belleza edificante de la escena. La fe que esto representa y la intervención milagrosa desde la perspectiva histórica.

Aún más bonito es que a veces Dios para rechazar a los musulmanes dispuso de Cruzados, y de guerreros magníficos que no eran específicamente Cruzados. Pero en otras situaciones Él quiso que personas frágiles venciesen a los moros. Esto para probar que, en el fondo, la victoria siempre es suya y son los medios sobrenaturales los que alcanzan la victoria. Así es que tenemos entonces una mujer, o sea, el cúmulo de la fragilidad, armada con el Santísimo Sacramento, donde Nuestro Señor está invisible en la Eucaristía, lo cual para los sarracenos no es más que un pequeño disco blanco, armada “apenas” con eso, va frente a ellos y huyen. Puede uno imaginárselos sedientos de sangre alrededor del convento, queriendo derrumbar las puertas y matar a todas las monjas cuando viéndola a ella de esa manera comienzan a huir.

También se pueden imaginar después las acciones de gracias entonando un Te Deum junto con sus hermanos franciscanos. Es el broche de una acción histórica estupenda.

En 1850 su cuerpo fue encontrado incorrupto el 11 de agosto, aniversario de su muerte.

Si llegase un momento en que no se dispusiesen de medios materiales para resistir a la ofensiva de la coalición comunista e islamista contra el mundo libre, es un ejemplo para imitar con calma y con coraje.