VUELCO – 26/12/2024
Ediciones Carmelo de Coímbra publicó en 2013 un libro
titulado “Un camino bajo la mirada de María” en el que reproduce un manuscrito
de la hermana Lucía donde cuenta como alrededor de las 4 de la mañana del día 3
de enero de 1944, estando en la capilla del convento, rezando y meditando
delante del tabernáculo sobre el mensaje de Fátima, sintió una mano amiga,
cariñosa y maternal tocarle en el hombro y al levantar la mirada vio a la
querida Madre del Cielo. Entonces sintió su espíritu inundado por un misterio
de luz que es Dios y en Él vio y oyó la punta de una lanza como una llama que
se desprende tocando el eje de la Tierra estremeciéndola y provocando que
montañas, ciudades, pueblos y aldeas con sus habitantes fuesen sepultados. El
mar, los ríos y las nubes salir de sus límites, desbordándose, inundando y
arrastrando consigo en un remolino innumerables casas y personas. Es la
purificación del mundo por el pecado en el cual está inmerso. Terminó oyendo el
eco de una voz suave que decía: En el tiempo, una sola fe, un solo bautismo,
una sola Iglesia, santa, católica y apostólica. ¡En la eternidad, el Cielo!
Esa impresionante visión coincide con la de Lucelly,
abogada colombiana nacida hace más de cincuenta años en una piadosa familia
católica, que está convencida de que fue preparada desde niña para comunicar al
mundo una gran profecía. Desde pequeña tiene sueños y premoniciones sobre
hechos que luego se cumplen tal como ella los había conocido. Con el tiempo
entendió que se trataba del don de profecía. En 2007 avisa dos meses antes del
terremoto en China que causó 70.000 muertos, 17.000 desaparecidos y 374.000
heridos. En 1998 anunció también con dos meses de
antelación el terremoto del Quindío, que vemos en la foto, donde fallecieron más
de 1.100 personas. En 2001, tres meses antes del atentado en
las Torres Gemelas, profetiza que “van a poner dos bombas en el aire en la
ciudad de Nueva York a principios de septiembre”. Fallecieron casi 3.000
ciudadanos. Ya en 1985, cuando el deshielo del volcán Nevado del Ruiz
sepulto completamente la población de Armero, comentó a sus conocidos que algo
terrible estaba pasando antes de que llegase la noticia. Hubo unas 24.000
víctimas mortales. El 25 de noviembre de 2004 anuncia con un mes de antelación
el tsunami de Indonesia en el que se perdieron más de 260.000 vidas, y
precisamente ese mismo día, el 26 de diciembre de 2004,
recibe el gran mensaje: el vuelco de la Tierra 180 grados, el cual dice que
está próximo. Esa profecía está en la Sagrada Biblia: “Haré temblar los cielos
y moverse la Tierra de su sitio, por el furor del Señor del universo, el día
del incendio de su ira”. (Isaías 13, 13)
También el estadounidense James Wilburn Chauncey, en 1946
fue protagonista de una extraordinaria experiencia en la que volvió a la vida
después de haber sido certificada su defunción, contó que vio en un futuro
próximo a la Tierra tambaleándose y provocando un gran caos antes de volver a
su posición habitual. Sus anuncios vienen cumpliéndose.
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