FARSA


 

FARSA – 21/02/2025

Recordamos la clamorosa farsa del llamado intento de “golpe de Estado” en España el 23 de febrero de 1981. En realidad, se trató de un simulacro de golpe para crear un Gobierno de concentración nacional, comunistas y socialistas incluidos, acordado previamente con las cúpulas de todos los partidos políticos representativos, con el rey a la cabeza, y cuyo cerebro fue el jefe del servicio de inteligencia.

Resultó que al coronel Tejero, al mando de la operación, le habían embarcado sin contarle esa parte del plan y simplemente se negó a que el general Armada expusiese dicha proposición en la Cámara.

Así de simple. Todo el mundo lo sabe, pero la versión oficial continúa siendo la de la película que nos siguen queriendo vender. O sea, 44 años de engaño. La verdad oficial no tiene nada que ver con la realidad, como en tantas cosas.

Es interesante constatar una vez más la diferencia entre la realidad y los fraudulentos montajes que la Revolución hace para manipular a la gente. La democracia actual es un gran engaño, un sistema impuesto por la mafia para hacer creer al pueblo que él es soberano, pero en realidad las cúpulas de todos los partidos están de acuerdo en representar un determinado papel a fin de conducir a su segmento correspondiente de opinión pública en la dirección revolucionaria, es decir en la subversión total del orden. Todos forman parte de la misma compañía de teatro y obedecen al mismo director de orquesta en la sombra. A nadie que no esté en la trama se le permite acceder a ningún puesto de relevancia en la vida política, social, castrense, eclesiástica, periodística, etcétera. El rey el primero.

¿Qué sentido tiene acordar algo con gente cuya única moral es hacer lo que les conviene en cada momento, como es el caso de comunistas y socialistas? Hoy dicen una cosa y mañana la contraria, descaradamente, como ahora vemos con el individuo que “okupa” ilegalmente el palacio de Gobierno en Madrid.

La misión de los presidentes Aznar y Rajoy consistió en consolidar todas las barbaridades revolucionarias hechas por sus predecesores de izquierdas, González y Zapatero respectivamente. Prestaron fielmente sus servicios a la Revolución, que es para lo que les auparon. Y ya está preparado otro cabecilla, el tal Feijó, para en su momento consolidar todas las locuras que están haciendo desde el poder socialistas y comunistas. Eso suponiendo que no suceda lo que en Venezuela. Además, Aznar entregó los medios de comunicación que pudo a la izquierda y Rajoy inundó de corrupción el partido poniendo así en bandeja el poder a la secta socialista.

Quien piense que esto es apenas de interés para España se equivoca pues en todas las naciones se dan maquinaciones semejantes de los hijos de las tinieblas para manipular a la gente a fin de conducirla gradualmente, sin que se dé cuenta, más allá del comunismo, al tribalismo, al éxodo de la civilización.