MAGNICIDIO


MAGNICIDIO – 22/11/2024

El general rumano Ion Pacepa es autor de libros llenos de revelaciones de lo visto y oído por él durante sus años de espía al servicio de Ceausescu, de quien fue ministro del Interior y Asesor de Seguridad Nacional. En 1978 desertó en Estados Unidos, convirtiéndose en el oficial de más alto rango de cuantos huyeron del bloque comunista y se refugiaron en Occidente. Su libro “Horizontes rojos. Crónicas de un jefe del espionaje comunista”, publicado en 1987, fue tenido en cuenta por el tribunal que condenó a muerte al matrimonio Ceausescu.

Desvela que la implantación del comunismo en Cuba fue ideada en la Lubyanka, cuartel general de la KGB, así como la creación del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, el Ejército de Liberación de Bolivia, la Organización para la Liberación de Palestina o el grupo terrorista ETA de España, entre otros.

En el libro “Programado para matar” sobre el asesinato del presidente Kennedy revela que su asesino Oswald era comunista, había vivido en la Unión Soviética y fue reclutado como agente de la KGB. El año 1962 había sucedido el bloqueo naval a la isla de Cuba para evitar la instalación de misiles nucleares soviéticos. Los rusos cedieron en su intento, pero estaba claro que tomarían represalias. El primer ministro soviético Kruschev ordenó el asesinato de Kennedy. Es lo que pasó el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, como se ve en la foto. Esa noche los medios de comunicación Occidentales no tenían dudas y afirmaban: Kruschev hoy podrá dormir tranquilo.

En las vísperas del atentado Oswald había viajado a México donde contactó en la embajada de Moscú con el encargado de crímenes. Jack Ruby recibió posteriormente instrucciones de matar a Oswald para silenciarlo. El enmarañado que rodeó luego el magnicidio indica que no se quería declarar la guerra a la Unión Soviética y para eso se usó la estrategia del calamar emborronando el suceso todo lo posible.

A través de la evidencia documental, que incluye material invalorable de los cifrados del bloque soviético, arroja luz sobre las cartas de Oswald a los oficiales de la KGB en Washington y Ciudad de México. No podría haber escrito una historia más convincente debido a su participación en los esfuerzos de los rusos por ocultar su conexión con Oswald.

Al principio de los años setenta las dictaduras rumana y cubana colaboraban estrechamente en un plan destinado a utilizar las drogas para combatir el imperialismo y erosionar el capitalismo desde dentro. Afirma que Fidel Castro dijo a Ceausescu en 1972, cuando éste visitó La Habana, que las drogas pueden hacer mucho más daño al imperialismo que las armas nucleares.

La “teología de la liberación” fue creada por la KGB soviética para exportar el comunismo a América Central y Sudamérica. En Praga crearon la Conferencia Cristiana por la Paz con la misión de difundir la nueva “teología” y el Consejo Mundial de la Paz editando dos publicaciones en francés. La mayoría de los empleados eran oficiales de inteligencia soviéticos encubiertos. Incluso el dinero del presupuesto llegaba de Moscú en dólares para ocultar su origen.