FUTURO


FUTURO – 04/07/2024

Como veíamos ayer, James Wilburn Chauncey fue apodado el “niño milagro” en las noticias locales por su milagrosa recuperación de una de las enfermedades más letales de la época. Después de su visita al Cielo afirmó: “No tengo miedo a la muerte, hay algo mucho mejor allí”.

Durante esa visita también se le dio una visión de su futura esposa e hija y también vio lo que sucederá a la humanidad en la siguiente generación. Durante 60 años guardó silencio, pero le pidieron escribirlo y la convicción de que la Providencia quiere que su experiencia sea dada a conocer le indujo a publicar un libro en 2011 titulado: Testigo del Cielo.

En él cuenta que vio los aspectos más destacados de una guerra mundial que viene anunciada en el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento. Una guerra que cree que va a suceder próximamente.

“Fue tan espantoso que no he sido capaz de quitármelo de la cabeza durante más de seis décadas. Pienso en eso todos los días. Guerras, incendios, terremotos, conflictos, y muerte se estaban produciendo en todo el mundo, y luego fue en las costas de Estados Unidos. Escuché ruidos retumbando mientras veía el noreste de Europa. El Ejército ruso se movía sobre Siria. Continuaba por el suroeste y sureste sin pasar por Israel. Conquistaron toda África y Asia excepto China. Luego empezaron con Europa. Después de diezmar Inglaterra lanzaron misiles desde barcos a Nueva York, Washington, Filadelfia, Cincinnati, Jacksonville, Atlanta y otros lugares, pero aún no eran nucleares. A esto se siguió un desembarco de tropas y al mirar a la costa oeste oyó enormes explosiones. Había tropas islamistas viniendo de México y América del Sur. Supuse que Rusia tenía un pacto con los países musulmanes. Después las bombas atómicas empezaron a caer y hubo explosiones nucleares.

En medio de esa gran guerra que duraba 20 años, se producían grandes desastres naturales, terremotos que crearían un enorme lago en el medio oeste estadounidense, la desaparición de gran parte de Florida y de la costa este, un abismo de agua entre el continente y California, erupciones volcánicas, epidemias, perturbaciones sin precedentes, la Tierra tambaleándose y provocando un gran caos antes de volver a su posición habitual.

Me fueron mostradas armas militares desconocidas en ese momento y que ya son realidad, como el avión de combate Sealth, me convencen de que estamos en el umbral del desastre.

Habrá una purificación del mundo seguida de una renovación cuando los supervivientes salgan de la sequía a las lluvias normales. Animales y personas comenzaron a aparecer de lugares donde se escondieron durante la época de terrible destrucción. Un hombre y una mujer salieron de su escondite, en una cueva cogidos de la mano, vestidos con ropas rotas y andrajosas, miraron a su alrededor, comenzaron a buscar comida y semillas para plantar en un jardín. Otros les siguieron, al final, la vida en la Tierra estaba siendo restaurada.

Las montañas habían caído, el curso de los ríos cambiado y mucho terreno desaparecido. Algunas partes de Texas y Arizona eran ahora lagos. Lo que había sido desierto del oeste ahora era con árboles verdes y vegetación exuberante. El mundo se había convertido en un vergel, el agua era clara en los lagos y ríos, con abundancia de peces, aves y vida animal”.

Al pedir a Dios que le quite la carga de difundir todo esto siempre le responde: ¡Recuerda Nínive! Lo que tiene muy claro es que la humanidad no lo puede evitar a no ser que rechace totalmente el mal.