MANHATTAN –
08/11/2025
En 1959 un
agricultor austríaco comenzó a tener visiones sobre la Tercera Guerra Mundial y
en 2004 las escribió bajo el seudónimo de Gottfried. Coinciden con otros
vaticinios proféticos.
Cuenta que le precederá
un conflicto en Oriente Próximo, guerras por toda África, aunque será el
continente menos destruido, la invasión de Europa por muchos extranjeros como
los islamistas que confrontarán a la Cristiandad y sucederá un acontecimiento
cósmico: Una tormenta feroz
de fuego haciendo arder los bosques, campos, granjas, casas, fábricas, etcétera.
Cuando las
fuerzas estadounidenses se retiren de Europa dejaran el camino libre a los
rusos y será el caos total. La
conversión real de Rusia viene solo después de la guerra.
En Nueva York,
la isla de Manhattan será completamente destruida por los islamistas con dos
pequeñas bombas atómicas lanzadas desde un barco. Las olas creadas por la
explosión desplazarán edificios enteros.
Las violentas
hordas asesinas y de pillaje no muestran ninguna misericordia. También
destruirán Roma y París, el fuego encendido por la chusma arderá como una
antorcha. Sucederá la
quiebra económica y monetaria. Estados
Unidos y Canadá devastados, batallas entre rusos y chinos. Los propietarios de pequeñas granjas no
deben venderlas pues la supervivencia es solo posible en el campo y en pueblos
pequeños.
Explotarán
muchas bombas nucleares en el cielo que provocarán grandes inundaciones. Olas
gigantescas de más de 75 metros de altura inundarán Inglaterra, Bélgica,
Holanda, Norte de Alemania y Dinamarca. Se desplazan rápidamente, su poder es
atroz, y no sólo destruyen Londres sino también grandes zonas del sur de
Inglaterra. Puede sentirse la vibración de las explosiones nucleares múltiples
por todas partes en Europa Central. Cordilleras enteras serán removidas. La corteza terrestre se abre expulsando toneladas de
lava, piedras y ruinas cubriendo áreas de más de 100 kilómetros. La ciudad de
Praga será cubierta completamente por ellas y nadie podrá decir en el futuro
donde estuvo Praga. No se
puede describir la brutalidad satánica de la guerra.
Inmediatamente
después de que la corteza terrestre se haya abierto, el terremoto más grande de
la historia agitara todo el planeta. La Tierra no será estable durante algún tiempo. Nada seguirá
estando de pie, pero Dios conservará algunas casas. Inmensas cantidades de gas
venenoso se liberarán y subirán a la atmósfera produciendo tres días de
oscuridad.
Ve a los rusos
en huida. Los países europeos forman un nuevo ejército compuesto de
voluntarios. Los rusos son odiados por este holocausto que ellos empezaron.
Serán eliminados completamente, ni un ruso verá su patria de nuevo. Rusia
colapsará.
Será inútil
buscar un lugar seguro para aislarse. Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y
algunos países de Sudamérica pueden no ser recomendables, pues la ley de la
selva reinará allí.
Es importante
notar que esta guerra mundial será un evento caótico, menos disciplinado y
organizado que la anterior. Se mezclarán las guerras civiles con la guerra
internacional. Da la impresión de que todos estaremos luchando contra todos.
Solo sobrevivirán una de cada diez personas.
Después de la
guerra no habrá odio entre las naciones. Se establecerán las viejas fronteras
históricas de nuevo, apaciblemente, para formar naciones homogéneas. Dios va a
limpiar la Tierra, sólo habrá personas saludables y estarán muy contentas, pero
su nivel de vida volverá a ser como en 1800 aproximadamente. No habrá
electricidad, gas, petróleo, industria, radio, televisión, teléfono,
periódicos, automóviles, aviones, ni transporte público. Volveremos al caballo
y al carruaje. La era dorada habrá empezado. Las personas vivirán en armonía y
en un nivel espiritual más alto que nunca.
