SEDEVACANTISTA – 28/10/2025
El 19 de febrero de 1958, miércoles de Ceniza, la vidente
de la Señora de todos los Pueblos en Ámsterdam, Ida Peerdeman, visitó a su
director espiritual, el dominico P. Frehe y le entregó una carta cerrada con un
sello de lacre.
Esta carta contenía, según ella, una predicción de la
Señora. Sólo podríamos saber qué predicción era cuando ésta se cumpliera. Guardó
muy cuidadosamente la carta y se aseguró también de que ella no hablase con
nadie de esa predicción, menos aún de su contenido, ni siquiera con sus
hermanas, por consiguiente, el único que tenía conocimiento de eso era él.
Con el pasar de los meses, frecuentemente le preguntó si
la predicción se había cumplido ya. Ella contestaba con un gesto de negación o
con un simple no. Sin embargo, el 9 de octubre de ese año, día en que murió por
un infarto el Papa Pio XII, ella le llamó y pidió hablar con él. Le recibió y
entonces le comunicó que la predicción ya se había cumplido. Encontró la carta
con el sello de lacre en el cajón en que había estado guardada durante casi
ocho meses. El sacerdote quiso abrir la carta, pero Ida pidió con insistencia
que no lo hiciera, sino que la enviara cuanto antes al sacristán del Papa en
Roma, lo que hizo inmediatamente, pero le preguntó: ¿Cómo nos enteraremos de la
autenticidad de la predicción? Ella respondió: yo guardé una copia idéntica, y
aquí la tengo.
En
la carta ponía: Esta
noche me desperté otra vez sobresaltada, pues fui llamada a las tres en punto
de la madrugada. Vi otra vez la luz y oí la voz de la Señora que decía: “Aquí
estoy de nuevo. La Paz del Señor Jesucristo sea contigo. Te voy a comunicar
algo, que no podrás decirle a nadie, ni siquiera a tu director espiritual.
Cuando se haya realizado, podrás decirles que la Señora te lo había dicho hoy.
Se trata de lo siguiente, escucha: este Santo Padre, el Papa Pío XII, será
llevado con los nuestros a principios de octubre de este año. La Señora de
todos los Pueblos, la Corredentora, Medianera y Abogada, lo llevará al gozo
eterno”. Yo me asusté oyendo este comunicado y ni siquiera me atrevía a
creerlo. La Señora dijo: “no te asustes, hija. Su sucesor proclamará el dogma”.
La Señora se refería al quinto y último dogma mariano, el
de Corredentora, Medianera y Abogada, que en repetidas ocasiones había mandado
que fuese proclamado y esa última frase afirmando que el sucesor de Pio XII proclamaría
el dogma confirma la situación de Sede Vacante en
que nos encontramos desde entonces ya que ninguno de sus aparentes sucesores lo
hizo, por tanto todos ellos no han sido en realidad sucesores de Pio XII sino antipapas.
Evidencia de que Ella también es sedevacantista.
