RUPTURA – 25/10/2025
El 26 de octubre de 1958 los cardenales reunidos en el cónclave
eligieron al cardenal Siri, en la foto, como sucesor del Papa Pio XII. Él tomó
el nombre de Gregorio XVII y a las 6 de la tarde la chimenea de la Capilla
Sixtina anunciaba la elección con la fumata blanca a los numerosos fieles allí
reunidos, mientras la Radio Vaticana proclamaba: “No hay absolutamente ninguna
duda, el Papa ha sido elegido”. Pero pasaba el rato y el Papa no salía al
balcón a dar la bendición…
Resultó que en el interior algunos cardenales modernistas
le transmitieron al recién elegido el recado de un emisario ruso amenazando con
tirar una bomba nuclear sobre el Vaticano en caso de que fuese elegido un Papa
anticomunista como Siri.
Las extraordinarias pruebas nucleares soviéticas habidas
en los días previos daban credibilidad a la amenaza. Rusia, precisamente la que Pio XI y Pio XII no quisieron consagrar
al Inmaculado Corazón de María como Ella pidió. Además, Pio XII no obedeció la
orden de la Señora de todos los Pueblos de proclamar el quinto dogma mariano de
Corredentora, Medianera y Abogada como condición para dar la verdadera paz al
mundo.
Gregorio XVII, cuya respuesta debería haber sido convocar
de una Cruzada contra el comunismo, optó por la defección aludiendo “graves
razones de Estado”.
Luego anunciaron que el humo blanco había sido un error y
dos días después eligieron al candidato del Kremlin, el masón Roncalli, que
para celebrar su coronación puso fin a los ensayos atómicos. Andréi Sájarov
afirmó que no existían razones científicas para esos ensayos sino motivaciones
políticas.
Evidentemente la renuncia del cardenal Siri bajo la
coacción del chantaje atómico, no fue válida, al igual que tampoco lo fue la
elección de Roncalli. Desde entonces la secta modernista se hizo con el control
de lo que hasta esa fecha había sido la Santa Sede, rompiéndose así la Sucesión
Apostólica, es decir la legítima representación de Nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, todos los sucesivos ocupantes del Vaticano,
Roncalli, Montini, Luciani, Wojtyla, Ratzinger, Bergoglio y Prevost no son
verdaderos Papas de la Santa Iglesia sino antipapas de la antiglesia
profetizada por Ana Catalina Emmerich hace más de 200 años.
Esto se hizo patente en el conciliábulo “Vaticano segundo”
y la estructura pseudo eclesiástica que les sigue no es más que una parodia de
la verdadera Iglesia al servicio de la Revolución.
Escritos posteriores del propio cardenal Siri, así como
declaraciones del P. Malachi Martín y del historiador Paolo Perrotta, no dejan
ningún lugar a dudas de que llevamos 67 años en situación de Sede Vacante. El
castigo bíblico anunciado por la Virgen en Fátima en 1917. Evidentemente esta
apostasía en la Iglesia nos pone ante el día del incendio de la ira del Señor
como la Señora de todos los Pueblos profetizó en Akita hace más de medio siglo.
