SUSTITUCIÓN



SUSTITUCIÓN – 27/08/2024

El libro titulado “Adiós Europa” cuenta que el intento de destruirla no surge por casualidad, sino que desde comienzos del siglo XX todo estuvo planeado en la sombra. Para esto se planificaron las dos Guerras Mundiales, el fin de los imperios europeos y muchísimas más cosas con la complicidad de muchos políticos. El plan Kalergi, ideado por el político austríaco de ese nombre, consiste en una conspiración genocida que pretende la sustitución de la población autóctona europea. Se trata de un complot internacional orquestado por las élites políticas y económicas para importar gradualmente millones de emigrantes de Asia y África. En 1923, ante sus hermanos masones, proclamó que Europa sería dominada por las poblaciones paganas.  

Por casi todo el continente hay barrios a los que se recomienda no entrar porque los invasores actúan como en zonas ya conquistadas, sin ley, donde la Policía no patrulla o es recibida con hostigamiento.

En Francia el ejército reconoce que es necesaria una gran operación militar para reconquistar centenares territorios en poder islamista, empezando por París, donde el Estado y su ley se han difuminado frente a la masiva presencia musulmana y la población de origen francés ha huido o vive atemorizada. 

“El experimento fallido” es el título de otro libro publicado en Dinamarca por Andersson y Jespersen refiriéndose a la inmigración de países no occidentales. Afirman que el crecimiento de la inmigración tiene consecuencias muy negativas y es hoy un país más inseguro. Los índices de criminalidad aumentan más cada año, aparecen nuevos fenómenos delictivos como las guerras de bandas integradas por jóvenes delincuentes de origen extranjero, que tienen aterrorizados los barrios de las periferias mediante amenazas y violencia. El intento de integrar a poblaciones de diversas culturas para que formen parte de la sociedad danesa, ha fracasado.

En Gran Bretaña el movimiento islámico está tomando el control para imponer sus creencias. Siguen una estrategia solapada alcanzando primero el control político de las grandes ciudades como Londres, Birmingham, Leeds, Blackburn, Sheffield, Oxford, Lawton, Oldam o Rokdal. Cada vez hay más barrios en los que la policía recomienda no entrar a los no musulmanes. A la entrada se pueden leer unos carteles que dicen: Usted está entrando en una zona controlada por la sharía en la que las reglas islámicas son obligatorias. En la capital muchos vecinos tienen miedo de salir a la calle y el alcalde musulmán dice que la gente tiene que acostumbrarse a convivir con el terrorismo. Cuentan con 3.000 mezquitas y tienen más de 130 tribunales para ejercer la ley islámica. Las familias tienen un promedio de 7 hijos y en todas las escuelas tienen asignatura sobre el Corán. Mientras ellos crecen, acogidos a la libertad británica y fuertemente subvencionados por el Gobierno, en los países musulmanes no permiten iglesias cristianas. También exigen que no se paseen perros por las calles por ser una falta de respeto para la ley islámica, ya que los consideran animales impuros, y cada vez que ven uno se sienten ofendidos.

En España no solamente hay una política de puertas abiertas, sino que la invasión es protegida e impulsada por el Gobierno ultraizquierdista con la complicidad de los centristas.  

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