VISITACIÓN


 

VISITACIÓN – 02/07/2025

En la fiesta de la Visitación de María a su prima Santa Isabel recordamos la aparición de la Señora de todos los Pueblos a Ida Peerdeman el 2 de julio de 1951.

Veo otra vez a la Señora en medio de una luz brillante. Ella sonríe, y dice mirando a su alrededor: “Estoy contenta. Tú ocúpate de la difusión. He dicho que desde aquí empezará una gran acción para Dios y en ella colaborarán todos. Fíjate bien y escucha. Lo siguiente es una explicación del nuevo dogma. Estoy sobre el globo de la Tierra ante la cruz del Redentor como Corredentora, Medianera y Abogada. El Redentor vino al mundo por la voluntad del Padre. Para eso, el Padre se sirvió de la Señora. El Redentor recibió de la Señora únicamente, y subrayo la palabra `únicamente´, la Carne y la Sangre, o sea, el Cuerpo. De mi Señor y Maestro, el Redentor recibió su Divinidad. De ese modo, la Señora se convirtió en la Corredentora. He dicho que este tiempo es Nuestro tiempo. Esto significa que en este tiempo el Padre y el Hijo quiere enviar a la Corredentora, Medianera y Abogada a todo el mundo”.

Luego la Señora se queda de pie ante mí largo rato, sin decir nada. Después, mirándose las manos, me dice: “Ahora mira bien mis manos. De ellas salen los rayos de gracia, redención y paz. Los rayos iluminan a todos los pueblos, a todas las ovejas. Entre estos hombres hay muchos de buena voluntad. Ser de buena voluntad significa cumplir el primer y más importante mandamiento. El primer y más importante mandamiento es el amor. El que tiene amor, adorará a su Señor y Creador en su creación. El que tiene amor, no será nunca deshonesto con su prójimo. Eso es lo que en este mundo falta, amor a Dios, amor al prójimo. Este tiempo es nuestro tiempo. Todos los pueblos tienen que adorar al Señor y Maestro en su creación. Todos los pueblos tienen que pedir que venga el verdadero Espíritu Santo. Por eso he dado esa oración, breve y potente. Así es que te repito: esta oración tiene que ser difundida cuanto antes. El mundo entero se está degenerando. Que los hombres de buena voluntad pidan todos los días que venga el verdadero Espíritu. Yo soy la Señora de todos los Pueblos. Este tiempo es nuestro tiempo.

Que un día era María, significa que muchos han conocido a María como María, pero ahora, en este nuevo período que llega, quiero ser la Señora de todos los Pueblos. Esto lo entienden todos. Di esto a tu director espiritual. Dile que estoy contenta de todo, y subrayo la palabra todo. Y a ti, hija, te pido que hagas y transmitas lo que te digo. ¡No tengas miedo, sólo transmite!”

Y después la Señora se va lentamente.