SIRACUSA –
29/08/2025
El joven
matrimonio de Antonina y Angelo Lannuso vivían en su casa de Siracusa cuando
ella enfermó extrañamente. El 29 de agosto de 1953 después de que él saliese a
trabajar ella permaneció en la cama hasta que a las 8,30 sus ojos percibieron
una luz fulgurante y al mirar hacia un relieve de yeso representando al Corazón
Inmaculado de María, que habían recibido como regalo de boda y que estaba
colgado en la cabecera de su cama, vio que de los ojos de la imagen estaban
brotando dos gruesas lágrimas, que fueron seguidas de otras dos y de muchas
más. Al constatar que las lágrimas escurrían con intensidad y frecuencia cada
vez mayores, no teniendo fuerzas para levantarse, llamó a gritos a sus
familiares. Los parientes quedaron perplejos ante el hecho.
La noticia
corrió inmediatamente y debido al enorme flujo de gente, la imagen fue colocada
en el balcón que daba a la calle. El prodigio se prolongó, con intervalos
irregulares, durante cuatro días. Así es que fueron miles los testigos de la
milagrosa lacrimación siendo captada en abundante documentación gráfica.
Mientras tanto
el arzobispo local encargó a una comisión médica de 14 miembros un informe
científico. El veredicto señalaba que se trataba inequívocamente de lágrimas
humanas.
También se
produjeron portentosas curaciones milagrosas que el sacerdote Giuseppe
Tomaselli recogió con detalle en un libro titulado Historia de Nuestra Señora
de las Lágrimas.
En diciembre
los obispos de Sicilia, una vez estudiada la documentación, concluyeron
unánimemente que no se puede poner en duda el carácter sobrenatural de la
lacrimación.
Lo que las crónicas del suceso no
cuentan es que el 10
de mayo de ese año la Señora de todos los Pueblos en Ámsterdam había dado un
mensaje a la vidente Ida Peerdeman que entre otras cosas decía: “Hoy traigo un
mensaje especial. Pide al Santo Padre que rece la oración que María ha dado al
mundo, como Corredentora, Medianera y Abogada, bajo el título de la Señora de
todos los Pueblos, y que la diga ante los pueblos. Dile: Apóstol del Señor Jesucristo,
enseña a los pueblos esta oración sencilla, pero profunda. Es María, la Señora
de todos los Pueblos, quien te lo pide. Tú eres el Pastor de la Iglesia de Jesucristo, el Señor. Protege
a tus ovejas. Bien sabes que grandes peligros se ciernen sobre la Iglesia y
sobre el mundo. Ha llegado la hora en que hablarás de María como Corredentora,
Medianera y Abogada, bajo el título de la Señora de todos los Pueblos. ¿Por
qué María te pide esto? Porque Ella ha sido enviada por su Señor y Creador para
poder salvar al mundo, con este título y por medio de esta oración, de una gran
catástrofe mundial. Tú
sabes que María quiere venir como la Señora de todos los Pueblos. Ahora Ella
pide que los hombres puedan oír del Santo Padre este título. Por medio de esta oración la Señora
salvará el mundo. Vuelvo a repetir esta promesa”.
Como ya habían
pasado 111 días sin que el celestial pedido fuese atendido por el Papa Pio XII
se comprende que Ella llorase ostensiblemente. Es arquitectónico que al morir
sin atender esa orden divina sucediese la ruptura de la Sucesión Apostólica
durante el cónclave de 1958.
fatima.org.pe/articulo-564-la-virgen-de-las-lagrimas-de-siracusa