ASCENSO


 

ASCENSO – 30/08/2025

¿Es la sed de absoluto esencialmente religiosa? La respuesta correcta tiene muchos matices.

Sí, lo es y sobre todo cuando el hombre sabe que hay un ser que personifica todos los valores de forma eterna, inmutable y necesaria, que es Dios. Dado que la gracia proporciona una asistencia preciosa y continua a todas las iniciativas que conducen a Dios, esta sed de absoluto puede no ser puramente natural y, en estos casos, tiene un trasfondo religioso.

Sí, hasta cierto punto, porque los elementos naturales pueden constituir parte de esta sed de otros absolutos parciales en mayor proporción que los que existen en los actos de adoración que conducen directamente a lo sobrenatural. Una simple jarra de cerveza, por ejemplo, se puede utilizar en la búsqueda de un absoluto y, en tal caso, obviamente entran más elementos naturales que en un acto de culto.

Explicamos un poco más cómo una cerveza puede participar en la búsqueda del absoluto.

La cerveza, como todo lo que existe, es una especie de boceto, o esquema, de un ser ideal más perfecto.

Ser perfecto significa dos cosas: primero, no tener defectos, y segundo, llevar sus cualidades al máximo de lo que puede ser.

No se habría entendido la cerveza si no se pudiera imaginar la cerveza perfecta. Después de imaginarlo, este borrador imperfecto me hace comprender un posible ser que es la alegría de la vida.

El color de la cerveza es muy bonito, no hay duda, pero si estuviera teñida de un dorado más consistente sería mejor. Le falta un poco de oro.

Por otro lado, la cerveza es una hermosa residencia para la luz. La luz que entra y permanece en ella es más hermosa que la luz que existe en el agua. Ahora bien, el agua, desde cierto punto de vista, es un hogar ideal para la luz. Pero la cerveza puede ser un hogar más hermoso.

La jarra de cerveza también puede ser parte del comentario, que no está hecho por una persona individual, sino por un ambiente. Un grupo de personas siente lo mismo por la cerveza, y un artesano, con más capacidad de traducir lo que todos sienten, lo expresa a través de un estilo particular de jarra.

Este no es más que un ejemplo de muchas otras contemplaciones que podemos hacer sobre casi todo lo que nos rodea.

Una vida así vivida en contemplación es mucho más entretenida. En la cerveza veo la posibilidad de que sea mucho más de lo que es y esta posibilidad me habla de Dios.

Es necesario habituar el espíritu a saborear muchas cosas de esta manera. Una persona a la que solo le gusta la cerveza, que solo sabe interpretar la cerveza, acaba borracha. Hay que aprender a hacer esta operación de ascenso a lo maravilloso con un gran número de cosas, lo cual asegura mejor la templanza.

Está claro que el fin específico de la esfera religiosa es conducir al hombre a Dios, que es el Absoluto. Pero es posible ir a otros absolutos parciales también a través del mundo temporal, porque Dios es el autor de ambos mundos. Negar esto sería adherirse a cierta espiritualidad que Pío XII reprendió expresamente. Así, salvo algunas vocaciones especiales, no es correcto dejar fuera de la contemplación el ámbito temporal.