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ANTIPAPA - 09/12/2025

El 26 de octubre de 1958 los cardenales reunidos en el cónclave eligieron al cardenal Siri como sucesor del Papa Pio XII. Él tomó el nombre de Gregorio XVII y a las 6 de la tarde la chimenea de la Capilla Sixtina anunciaba la elección con la fumata blanca a los numerosos fieles allí reunidos, mientras la Radio Vaticana proclamaba: “No hay absolutamente ninguna duda, el Papa ha sido elegido”. Pero pasaba el rato y el Papa no salía al balcón a dar la bendición…

Resultó que en el interior algunos cardenales modernistas le transmitieron al recién elegido el recado de un emisario ruso amenazando con tirar una bomba nuclear sobre el Vaticano en caso de que fuese elegido un Papa anticomunista como el cardenal Siri.

Las extraordinarias pruebas nucleares soviéticas habidas en los días previos daban credibilidad a la amenaza. Rusia, precisamente la que Pio XI y Pio XII no quisieron consagrar al Inmaculado Corazón de María como Ella pidió. Además, Pio XII no obedeció la orden de la Señora de todos los Pueblos de proclamar el quinto dogma mariano de Corredentora, Medianera y Abogada como condición para dar la verdadera paz al mundo.

Gregorio XVII, cuya respuesta debería haber sido convocar de una Cruzada contra el comunismo, optó por la defección aludiendo “graves razones de Estado”.  

Luego anunciaron que el humo blanco había sido un error y dos días después “eligieron” al masón Roncalli. Moscú para celebrar su coronación puso fin a los ensayos atómicos. Andréi Sájarov afirmó que no existían razones científicas para esos ensayos sino motivaciones políticas.  

Evidentemente la renuncia del cardenal Siri bajo la coacción del chantaje atómico no fue válida, al igual que tampoco lo fue la elección de Roncalli. Desde entonces la secta modernista se hizo con el control de lo que hasta esa fecha había sido la Santa Sede, rompiéndose así la Sucesión Apostólica, es decir la legítima representación de Nuestro Señor Jesucristo.

Por tanto, todos los sucesivos ocupantes del Vaticano, Roncalli, Montini, Luciani, Wojtyla, Ratzinger, Bergoglio y Prevost no son verdaderos Papas de la Santa Iglesia sino antipapas de la antiglesia profetizada por Ana Catalina Emmerich hace más de 200 años.

Esto se hizo patente en el conciliábulo “Vaticano segundo” y la estructura pseudo eclesiástica que les sigue no es más que una parodia de la verdadera Iglesia al servicio de la Revolución.

En el siguiente cónclave de 1963 Giuseppe Siri volvió a ser elegido, pero la misma coacción soviética se repitió y la claudicación también.

Escritos posteriores del propio cardenal Siri, así como declaraciones del P. Malachi Martín y del historiador Paolo Perrotta, no dejan lugar a dudas de que llevamos 67 años en situación de sede vacante, como profetizó la Virgen en Fátima en 1917.

Además, la Señora de todos los Pueblos reveló que el sucesor de Pio XII proclamaría el dogma de Corredentora, Medianera y Abogada, lo cual confirma que efectivamente la sede está vacante desde entonces.